Ante cualquier situación de emergencia o catástrofe, urge una pronta reacción para salvaguardar la vida de las personas.
Ante cualquier situación de emergencia o catástrofe, urge una pronta reacción para salvaguardar la vida de las personas, capacidad para operar que debe ir de la mano de datos ya procesados, actualizados, precisos y cuantificados para una adecuada y oportuna toma de decisiones de parte de organismos públicos y gubernamentales. Un equipo multidisciplinario de investigadores, liderado desde el Laboratorio de Teledetección Satelital del Departamento de Ciencias Físicas de la Universidad de La Frontera (UFRO), avanza en el desarrollo de una herramienta tecnológica que, ante situaciones de desastres, proporcionará información a instituciones públicas y gubernamentales. Este proyecto se enmarca en la convocatoria 2023 de Desafíos Públicos del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo y el Laboratorio de Gobierno y cuyo mandante, en esta oportunidad, es el Servicio Aerofotogramétrico (SAF) de la Fuerza Aérea de Chile.
Ante cualquier situación de emergencia o catástrofe, urge una pronta reacción para salvaguardar la vida de las personas, capacidad para operar que debe ir de la mano de datos ya procesados, actualizados, precisos y cuantificados para una adecuada y oportuna toma de decisiones de parte de organismos públicos y gubernamentales. En nuestro país, esta información la suele proporcionar el Servicio Aerofotogramétrico (SAF) de la Fuerza Aérea de Chile.
Precisamente, en el marco de la convocatoria Desafíos Públicos 2023, que impulsan el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo y el Laboratorio de Gobierno, el SAF convoca a desarrollar una herramienta tecnológica que permita utilizar datos geoespaciales capturados con plataformas satelitales, aerotransportadas y datos vectoriales ante desastres naturales, para efectuar análisis, clasificaciones, cuantificaciones y mapeos de zonas afectadas en tiempo cercano al real (6 a 24 horas).
Lo anterior, con la finalidad de proporcionar información a instituciones públicas o entidades gubernamentales, ya sea tomadores de decisiones o que gestionen respuesta de emergencia ante desastres, bajo una herramienta interoperable.
Dada la experiencia acumulada en el Laboratorio de Teledetección Satelital del Departamento de Ciencias Físicas, la Universidad de La Frontera se hace parte de estos desafíos públicos, sumando las capacidades del Departamento de Ciencias de la Computación e Informática (DCI) y del Centro del Agua, todas unidades adscritas a la Facultad de Ingeniería y Ciencias.
“Sistema geoespacial de apoyo a la toma de decisión en situación de emergencias” se titula el proyecto que ha unido a este equipo multidisciplinario de investigación, trabajo que es liderado por la Dra. Antonieta Silva Riquelme, directora del Laboratorio de Teledetección Satelital y académica adscrita al Departamento de Ciencias Físicas.
“Nuestro objetivo es desarrollar una plataforma con datos georeferenciados que puedan, a través de cuadros de mando, apoyar la toma de decisiones a las instituciones gubernamentales cuando exista algún desastre o emergencia, como incendios forestales, tsunamis, inundaciones, remociones de masa, entre otros... y la experiencia del Laboratorio de Teledetección Satelital en el uso de datos georeferenciados en las áreas de incendios forestales y de agricultura de precisión, nos permitieron elaborar una buena propuesta, quedando primeros en la convocatoria”, destaca en sus palabras la Dra. Silva, agregando que la conformación de un equipo multidisciplinario, del que forma parte también la Dra. Ania Cravero Leal y el Dr. Juan Carlos Ortega Bravo, le ha dado robustez a las capacidades técnicas que se requieren para seguir avanzando en la convocatoria de este desafío público.
Actualmente, se encuentra en curso la primera de tres etapas y, en cada una de ellas, se desarrollarán actividades conducentes a alcanzar los resultados esperados, con un prototipo validado en laboratorio. En la primera fase, participan cinco equipos, avanzando sólo tres a la segunda y ya, en la última etapa, el trabajo se concentra en un solo proyecto.
“A mediados de junio termina la primera etapa y nosotros, como equipo, estamos enfocados en nuestra propuesta e ir avanzando hasta llegar a la última etapa”, comenta muy entusiasmada la Dra. Antonieta Silva.
Dra. Antonieta Silva